Desarrollo de proyectos de arquitectura que se ajusten y faciliten la vida de las personas, amigables con sus ocupantes, incorporando las necesidades de los clientes, combinando los espacios de vivienda, adaptándolos al entorno.
Se trabaja de forma personalizada con el cliente y en conjunto desde el inicio, ya que ningún cliente es igual a otro, con un concepto de diseño participativo, escuchando sus requerimientos particulares y sus necesidades de uso, interpretando sus ideas y materializándolas en un proyecto arquitectónico.
Por lo tanto, todo proyecto, ya sea de obra nueva, ampliación o remodelación, debe partir de la comprensión de cada situación particular para poder dar una respuesta a cada necesidad específica. De esta forma se puede llevar las ideas de cada cliente a una escala arquitectónica real, contemplando también el presupuesto.
O sea, los conceptos fundamentales a considerar, son:
- Necesidades del cliente
- Interpretación de Ideas y Conceptos
- Diseño y Proyecto de arquitectura
- Dirección y Construcción de la obra
- Final de la obra
En el caso de una obra nueva, el cliente puede considerar partir desde el inicio con un proyecto particular a medida o con un proyecto estandarizado por el profesional que contempla soluciones ya implementadas anteriormente, que cumplan con sus necesidades, y que se ofrecen en los casos de urgencias de tiempo o de presupuestos limitados.
También se puede orientar un proyecto bajo el concepto de Arquitectura Sustentable, buscando optimizar los recursos naturales y sistemas de edificación, y aprovechar las condiciones climáticas y geográficas del entorno para hacer un uso eficiente de estos recursos y disminuir al máximo el impacto ambiental, cuando el cliente requiera este enfoque de adaptación al entorno.
En cuanto a la dirección de obras, se asume la responsabilidad de dirigir una obra representando los intereses del cliente, por oposición a los de la empresa constructora, controlando la fiel interpretación del proyecto y cumplimiento del contrato.